Meditación dirigida del 19 de marzo

Meditación dirigida:

Vamos a comenzar a avanzar por un túnel dorado de luz y vamos a salir en un monte, un monte de Olivos, vamos a comenzar a avanzar por un sendero de piedras blancas las cuales emiten hermosos destellos dorados provenientes de los rayos del Sol , los cuales penetran profundamente en nuestro cuerpo por la planta de los pies, vamos a continuar avanzando hasta que uno de esos árboles de olivo nos llama la atención vamos a ir hacia él y vemos a su derecha una fuente de piedra de color blanco , vamos al lavar en ella nuestros ojos para ver solo lo positivo, lavamos nuestros oídos para escuchar todo lo que nos de armonía, lavamos nuestra boca para que de ella salgan palabras de Amor y paz. Volvemos a mirar hacia nuestra derecha viendo el árbol de olivo y vemos a su lado una gran mesa con un mantel blanco, la cual está preparada para para un gran festejo, el cumpleaños de Jesús, vemos a su alrededor enorme cantidad de guerreros de la luz de este plano y de todos los planos que han despertado conciencia y que aman con el corazón.
Y vemos que aparece el Maestro de maestros Jesús sonriéndose con gran felicidad por ver la enorme cantidad de seres que han exteriorizado su esencia del más purísimo Amor, viendo que en este Mundo y Universo, hay más bien que mal.
Y nos dice que la gran misión de nuestra vida es lograr ser felices y hacer felices a todos los que nos rodean , para lograr así un nuevo mundo y un nuevo Universo en armonía.
Jesús confía en nosotros es hora que nosotros confiemos que se puede lograr ese maravilloso Mundo y Universo.
Vamos a escuchar lo que tiene para decirnos quedándonos unos minutos en silencio 
Vamos volviendo de esta meditación vamos a despedirnos del Maestro de maestros sabiendo que su sagrado oficio no fue en vano y sello con su vida un nuevo Mundo con una toma de conciencia en el Amor incondicional que todo lo puede y todo lo da.
Vamos volviendo sobre nuestros pasos vamos nuevamente a la fuente donde lavamos nuestros ojos nuestros oídios y nuestra boca, comenzamos a avanzar por el camino de piedras blancas iluminadas ahora por el resplandor de la luna esa energía plateada de la intuición la cual nos lleva a movernos siempre por el corazón el cual jamás se equivoca.
Levantamos nuestra vista y vemos el túnel de luz que nos llevó hasta este lugar. Vamos avanzando por él en armonía y en paz inhalando reteniendo y exhalando y al salir de él, volvemos a sentir nuestros brazos nuestras piernas todo nuestro cuerpo y a tomar conciencia del lugar donde nos econtrábamos al partir y a la cuenta de tres abriremos nuestros ojos y nos estaremos en profunda paz recordando lo que hemos recibido, uno... , dos... tres, abrimos nuestros ojos y nos encontramos en Paz